Click here to see this document
in English.
Puerto Rico Perfil: Sor Isolina Ferré
14 de enero de 2000
Marca Registrada © 1999 THE PUERTO RICO HERALD. Todos los
derechos reservados.
Durante
el último siglo muchos puertorriqueños han contribuido
de manera significativa a mejorar la vida en los Estados Unidos:
soldados en tiempo de guerra, políticos en tiempo de paz.
También músicos, deportistas, actores, médicos,
abogados e ingenieros. Todos han enriquecido la cultura y satisfecho
las aspiraciones del pueblo de los Estados Unidos.
Pero es posible que ningún otro puertorriqueño
haya dejado un legado espiritual a los Estados Unidos como el
de Sor Isolina Ferré. En sus 85 años, Sor Isolina
ha trabajado con los pobres en su isla de origen y alrededor de
Estados Unidos. Ha sido un modelo, no sólo por sus servicio
desinteresado y caridad, sino también de inmenso valor
e ingenuidad. Para los pobres ha sido inspiración, esperanza,
promesa de paz y prosperidad. Un autor la denominó como
la "Madre Teresa de Puerto Rico".
Isolina Ferré proviene de una de las familias más
influyentes y ricas en Puerto Rico. Su hermano, Luis A. Ferré,
es el bien conocido ex-gobernador de Puerto Rico y fundador del
Partido Nuevo Progresista. Sus sobrinos incluyen el Presidente
y Editor del periódico El Nuevo Día, el Presidente
de la empresa Puerto Rico Cement y el ex-Alcalde de Miami.
Sin embargo, Sor Isolina sabía desde temprana edad que
no quería ser rica y poderosa. Por lo tanto decidió
dedicar su vida a Dios y a los menos afortunados que ella. Cuando
tenía sólo 21 años, viajó a Filadelfia
para unirse a la orden de las Hermanas de la Bendita Trinidad.
Durante los próximos 30 años Sor Isolina trabajó
arduamente para mejorar las condiciones de personas pobres en
los Estados Unidos. Trabajó con los mineros de carbón
en las montañas Apalache de West Virginia, con inmigrantes
portugueses en Massachusetts y jóvenes de los barrios pobres
de la ciudad de Brooklyn.
El servicio en favor de los pobres y destituidos a menudo no
se reconoce, pero los logros de Sor Isolina han hecho que sus
contribuciones sean imposibles de ignorar. En Nueva York alcanzó
la fama por su trabajo en el Centro Comunitario Doctor White a
fines de la década de los años 50 y los años
60. Se destacó por su trabajo como mediadora entre las
pandillas de negros norteamericanos y puertorriqueños enseñádoles
a resolver sus disputas sin recurrir a la violencia.
En 1969 Sor Isolina regresó a Puerto Rico, supuestamente
a retirarse. Sin embargo, esto no fue más que el comienzo
de su labor. Enfrentando la pobreza en Ponce, su pueblo de origen,
Sor Isolina organizó una red de centros de acción
comunitaria en los vecindarios más necesitados. Su estrategia
era proveer al pueblo de Ponce con los medios necesarios para
crear un mejor futuro para ellos mismos.
Uno de los medios más importante para alcanzar esa meta
es la auto-estima. Sor Isolina entendía cómo las
condiciones de pobreza roban a la gente su dignidad y estaba consciente
de la necesidad de fomentar entre ellos un fuerte sentido de auto-estima.
Comenzó distribuyendo cámaras. Fue un innovador
programa de enseñar fotografía a los niños
en Ponce para así poder mostrarles la importancia de sus
visiones individuales del mundo.
Desde estos humildes comienzos, Sor Isolina estableció
toda una red de recursos para dar más poder a los pobres.
Hoy existen cinco Centros Sor Isolina Ferré en Puerto
Rico que proveen educación para jóvenes equivalente
a los estudios de escuela superior y capacitación laboral,
así como programas para fortalecer a las familias y poner
fin a la delincuencia juvenil. Con 350 empleados y una combinación
de financiamiento público y privado, los Centros Sor Isolina
Ferré ayudan a unas 10,000 personas anualemente. El programa
de fotografía, se ha intergrado la era digital. Los estudiantes
ahora aprenden a usar cámaras con la más avanzada
tecnología para producir fotos que se desarrollan y manipulan
con las computadoras.
En años recientes, Sor Isolina Ferrá ha recibido
reconocimiento por toda una vida de labor en favor de los pobres.
En 1989 recibió el premio Albert Schweitzer por Labor
Humanitaria. El pasado mes de agosto, Sor Isolina recibió
la condecoración de la Medalla de la Libertad Presidencial.
Se convirtió en la tercera puertorriqueña en recibir
esa distinción. Los otros tres puertorriqueños
galardonados han sido Luis Munoz Marín, Antonia Pantoja
y el hermano de Sor Isolina, Luis A. Ferré. Este es
la condecoración civil más importante que se confiere
en la nación.
En agosto, durante la ceremonia de presentación de la
Medalla de Libertad, el Presidente Clinton puso énfasis
en la importancia de los que luchan "por mejorar la condición
humana para ampliar el ámbito de las libertades y el círculo
de oportunidades para fortalecer los vínculos de nuestra
comunidad nacional". La Primera Dama añadió
que los indivuduos que se han honrado "han ayudado a realizar
la promesa norteamericana de llegar a todos los grupos marginalizados
y destituidos, incluyendo nuestros jóvenes ciudadanos,
para que se superen y reconozcan sus talentos y habilidades".
Al presentar la Medalla de la Libertad a Sor Isolina, el Presidente
Clinton observó que "Sor Isolina en una oportunidad
dijo que una comunidad crece sólo cuando se redescubre
a sí misma. A nombre de las muchas comunidades que ella
ha ayudado a lograr tan maravilloso descubrimiento, una nación
agradecida le dice: gracias". Sor Isolina reaccionó
con su característica humildad y gracia, "Doy gracias
a Dios por el honor", dijo. "No sólo por mí,
sino por todos los que han trabajado conmigo y en beneficio de
la comunidad".
|