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EDITORIAL
THE PITT NEWS
Una pequeña isla se pronuncia en contra de
los bombardeos estadounidenses
por Michael J. Mazza
18 de enero de 2000
Copyright © 1999 THE PITT NEWS. Todos los derechos reservados.
Dudo que muchos estadounidenses hayan oído hablar de
Vieques. Esta pequeña isla del Caribe, en la que viven
más de 9000 personas, está situada frente a las
costas de Puerto Rico y durante más de 50 años los
Estados Unidos han realizado en ella intensos entrenamientos militares.
Sin embargo, esta tradición militar puede estar llegando
a su fin. Las protestas en contra de los bombardeos que efectúa
la Marina de los Estados Unidos en la pequeña isla se intensificaron
después de que se produjo un accidente durante un entrenamiento
en abril de 1999 y que resultó en la muerte de un guardia
de seguridad civil llamado David Sanes e hirió a otras
cuatro personas. Al poco tiempo, los enojados grupos de opositores
comenzaron a acampar en la zona en cuestión y a solicitar
que los Estados Unidos dejaran de utilizar a Vieques como blanco
de práctica, situación que produjo la consternación
de los oficiales militares que consideran que la isla es un sitio
irreemplazable de entrenamiento.
Quienes se oponen al bombardeo de Vieques cuentan con el apoyo
de algunos importantes personajes, tales como el Senador Charles
Schumer, la primera dama (y candidata a senadora) Hillary Rodham
Clinton y el Reverendo Jesse Jackson. Incluso el cantante sensación
Ricky Martin ha expresado su opinión en contra de los bombardeos
en Vieques. De acuerdo con el sitio Web de MTV, el cantante portorriqueño
declaró al periódico El Mundo, "Puerto Rico
está unido en esta causa, y yo me identifico con ella."
El Presidente Clinton no tuvo éxito cuando trató
de arreglar la controversia. En diciembre de 1999, anunció
que los bombardeos en Vieques se reiniciarían durante el
año, pero con menor intensidad y con bombas de salva.
También propuso la suspensión paulatina de todo
tipo de entrenamiento en Vieques en un plazo de cinco años.
El plan de Clinton fue rechazado por el Gobernador de Puerto
Rico, Pedro Rossello, quien anunció en una conferencia
de prensa en San Juan que no podía aceptar una propuesta
que incluyera el reinicio de las maniobras militares en Vieques.
En mi calidad de integrante de la reserva militar y en virtud
de mi ascendencia portorriqueña, puedo identificarme con
ambos lados de este apasionado debate. Por una parte, quienes
respaldan el aprestamiento militar consideran que Vieques es un
componente esencial del entrenamiento. Al criticar el cese de
actividades de entrenamiento en la isla, el Senador John Warner
dijo irritadamente, "Será la primera vez en los 200
años de historia de este país que los Estados Unidos
y sus territorios den la espalda a su responsabilidad de entrenar
completa y apropiadamente a todos quienes deben soportar situaciones
peligrosas para proteger los intereses nacionales."
Tomé parte en entrenamientos en los que se usaba munición
cargada, y sé que permitir que las tropas manejen ese tipo
de material sin la debida capacitación, puede ser potencialmente
desastroso. Sin embargo, quienes se oponen a los entrenamientos
en Vieques manifiestan que los bombardeos en la isla ya han producido
desastres. Nuestro sitio Web (www.viequeslibre.org) alega que
la presencia de la Marina cerca de Vieques ha perjudicado a la
isla desde el punto de vista económico y ha lesionado el
medio ambiente. El sitio "Vieques Libre" cita estudios
que indican que la contaminación ambiental causada por
los bombardeos ha producido en los residentes de Vieques altos
niveles de cáncer y otros problemas de salud, tales como
asma infantil.
Es verdad que el personal militar de los Estados Unidos necesita
estar bien entrenado. Pero, ¿qué cosa o a quiénes
está la nación dispuesta a sacrificar para
alcanzar este objetivo? Se deberían considerar cuidadosamente
los objetivos que mencionan quienes se oponen a los bombardeos.
Me siento aún más turbado por el hecho de que
estos bombardeos se están llevando a cabo en contra de
una isla cuyos residentes, debido a la categoría de estado
libre asociado de Puerto Rico, no tienen voto en el Congreso.
Pese a que mis ancestros son de Puerto Rico, yo crecí en
una isla Long Island, N.Y., para ser más específico
en donde los residentes sí están representados
en la legislatura nacional. Es probable que si la Marina decidiera
lanzar explosivos en algunos de los afluentes de Long Island,
el enojo haría temblar las paredes del Congreso.
Por tanto, convoco a todos los ciudadanos estadounidenses a
que escuchen el llamado de Vieques. La historia nos juzgará
crudamente si la más poderosa de las naciones pisotea a
esta pequeña isla bajo la falsa pretensión de la
defensa nacional.
Mike Mazza desea dedicar esta columna a todos los hombres
y mujeres de Puerto Rico que han defendido a este país
como miembros de las fuerzas armadas.
Michael J. Mazza, nacido en Nueva York, pero de ascendencia
portorriqueña, está cursando su doctorado en la
Universidad de Pittsburgh.
Escribe una columna semanal en el periódico del campus,
"The Pitt News". Este editorial se relaciona con la
controversia que se desató respecto de la isla de Vieques.
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