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THE PUERTO RICO HERALD
Los hispanos advierten al Congreso: Dejen de amenazar
a Puerto Rico debido a Vieques
26 de enero de 2000
Copyright © 2000 THE PUERTO RICO HERALD. Todos los derechos
reservados.
En una carta con tono agresivo dirigida al liderazgo del Senado
de Estados Unidos, la Coalición Hispana para la Auto-Determinación
de Puerto Rico hizo un llamado a ese cuerpo legislativo para que
dejen de formular amenazas de consecuencias adversas para Puerto
Rico si ese territorio norteamericano se rehusa a someterse a
la voluntad de la Naval de Estados Unidos en lo que respecta el
futuro de las prácticas de tiro al blanco sobre la isla
de Vieques. En un anuncio de toda una página que apareció
en las publicaciones del Capital Hill, la Coalición sometió
una serie de preguntas al Congreso, una de las cuales fue: "¿Cómo
puede un territorio, controlado por el Congreso, proteger su población
contra bombas de 500 libras lanzadas por pilotos que recién
están aprendiendo a usarlas... y cómo puede obligar
a la Naval de los Estados Unidos a respetar acuerdos que ahora
admiten haber violado?"
El 19 de abril de 1999 un error durante las maniobras militares
resultaron en una muerte y cuatro heridos entre los residentes
de Vieques. Ese incidente desbordó el resentimiento de
los puertorriqueños en torno al uso de sus parcelas en
Vieques por parte de la Naval. Esto provocó demostraciones
entre los 3.9 millones de ciudadanos norteamericanos en la isla
en contra de la continuación de las maniobras de la Naval.
En subsiguientes testimonios ante comités del Senado,
oficiales de la Naval admitieron que, durante los 59 años
en que han usado la isla de Vieques para sus prácticas
militares, su comportamiento ha sido negligente. El territorio
está lleno de minas sin explotar y, en algunas áreas,
se ha depositado basura con cartuchos radioactivos de uranio.
También, se ha registrado un nivel desproporcionalmente
alto de casos de cáncer entre la población civil
que vive cerca de las áreas de práctica (más
de un 29%). La Naval admite haber desatendido los acuerdos suscritos
en el Memorandum de Entendimiento de 1983 con el gobierno de Puerto
Rico.
El gobierno de Clinton ofreció comenzar a reducir las
operaciones en Vieques durante un plazo de cinco años y
restringir la capacitación del personal al uso de dispositivos
de salva, pero los líderes políticos de la isla
han rechazado ese compromiso exigiendo un alto permanente a todo
bombardeo aéreo o marino y el cese inmediato de las operaciones
de la Naval en el área de práctica. La Coalición
ha tomado la posición de que "Puerto Rico está
ejerciendo su derecho legítimo de proteger la seguridad
de los 9,300 habitantes que viven cerca del área de impacto".
El Congreso, que regresa esta semana de su receso de invierno,
se unirá al debate. En el Comité de la Fuerzas
Armadas del Senado, preocupados por el impacto que esto tiene
en la capacitación oficial de las fuerzas de la Naval y
de la Marina, se está planeando celebrar audiencias públicas.
En una declaración emitida el 3 de diciembre de 1999,
el Presidente del Comité, John Warner (R-Va.), renegó
contra el hecho que los "líderes políticos
(en Puerto Rico) están tolerando desobediencia civil".
Continuó diciendo que esto marca "la primera vez
en los 200 años de historia de la nación que Estados
Unidos y sus territorios conscientemente han dado la espalda a
su responsabilidad de capacitar plena y apropiadamente los que
exponen sus vidas para proteger nuestros intereses nacionales".
Otros miembros del Comité ya están lanzando recriminaciones
contra Puerto Rico. El Senador James M. Inhofe (R-Oklahoma) advirtió
que el resultado del rechazo de la isla a responder a las necesidades
de la Naval en Vieques podría llevar al cierre de la Base
Naval de Roosevelt Roads. La carta de la Coalición indica
que "cualquier menoscabo o censura hacia los ciudadanos norteamericanos
en Puerto Rico será considerado como un insulto contra
todos los hispano-norteamericanos".
La Coaclición acusa al Congreso de estar "lidiando
con un síntoma de un problema político profundamente
crónico que tiene sus raíces en la relación
colonial que existe entre Estados Unidos y Puerto Rico".
La isla es todavía un territorio no-incorporado de Estados
Unidos después de más de un siglo de ocupación
norteamericana. La carta afirma que el conflicto sobre Vieques
"está basado en el hecho que el Congreso ha fallado
en sus intentos de proveer a Puerto Rico con un proceso a través
del cual la isla pueda obtener un estatus político permanente.
Nuestros con-ciudadanos en el territorio no cuentan con medios
constitucionales para indemnizarse por injurias provocadas por
el gobierno. Puerto Rico no cuenta con la representación
en el Congreso que tienen cualquiera de los 50 estados de la unión
para interceder en un conflicto de este tipo. Si fuera un país
independiente, existiría algún tipo de acuerdo entre
potencias soberanas que gobernaría el uso de la Naval de
Estados Unidos de la controvertida base militar". La carta
sugirió que en cualquiera de esos casos hipotéticos,
el incumplimiento por parte de la Naval de los acuerdos suscritos
sin duda habría sido provisto con acciones correctivas
antes de que pudiera ocurrir ningún tipo de accidente como
ese y la subsiguiente reacción del pueblo puertorriqueño.
En una declaración de prensa de la Coalición,
Rick Donalina, Presidente Nacional de LULAC, dijo que "los
hispanos en Estados Unidos deploran la manera en que Puerto Rico
se ha visto amenazado con represalias económicas por parte
de algunos Senadores Republicanos. Esa no es la forma de tratar
un pueblo que ha servido con gran valentía en la defensa
de nuestro país". La Coalición comprende de
organizaciones hispanas nacionales de derechos civiles, incluyendo
la Liga de Ciudadanos Latino Americanos Unidos (LULAC), la Cámara
de Comercio Hispana, el American G.I. Forum, la Asociación
Nacional de Publicaciones Hispanas, el Foro Nacional de Política
Hispana y la Asociación Nacional de Abogados Hispanos.
Francisco Ivarra, Comandante Nacional de American G.I. Forum,
la organización de veteranos hispanos más grande
en Estados Unidos, dijo que "los hispanos veteranos están
sumamente molestos por las amenazas que se han emitido contra
los ciudadanos en Puerto Rico. Los puertorriqueños han
demostrado, con su valiente servicio en nuestras fuerzas armadas,
que son patriotas que han sacrificado mucho por la defensa de
nuestra nación. Es una seria preocupación que ahora
no se les confiera el respeto y cortesía que se merece
todo ciudadano norteamericano".
Los líderes de la Coalición renovaron su exigencia
que el Congreso provea un mecanismo para que el pueblo de Puerto
Rico pueda optar por un sistema político permanente. La
sesión 105 del Congreso no logró proveer un proceso
autorizando un plebiscito en Puerto Rico que ofreciera opciones
de estatus aprobadas por el Congreso. "Esa falla",
continúa la carta, "constituye un evasión de
su responsabilidad legislativa y una violación de confianza,
no sólo hacia los ciudadanos de Puerto Rico, sino también
los más de 30 millones de hispano-norteamericanos en todo
Estados Unidos". Andrés Tobar, Director Ejecutivo
de la Asociación Nacional de Publicaciones Hispanas puso
énfasis indicando que: "Es hora de que el Congreso
atienda a la verdadera causa del problema de Vieques -- el estatus
de segunda clase de los ciudadanos en Puerto Rico. La comunidad
hispana no descansará hasta que los puertorriqueños
logren igualdad de derechos con sus con-ciudadanos en Estados
Unidos".
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