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THE NEW YORK TIMES
Conversaciones con la Casa Blanca programadas para
tratar el tema de la disputa sobre Vieques
por Elizabeth Becker
26 de enero de 2000
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WASHINGTON - La Casa Blanca aceptó la solicitud del
gobernador de Puerto Rico de que intervenga y acelere las negociaciones
con la Marina de Guerra sobre la reanudación del entrenamiento
armado en su base de la isla de Vieques.
Luego que el gobernador rechazara la última oferta de
la Armada de realizar un referéndum sobre esta cuestión,
la Casa Blanca aceptó anoche la solicitud e invitó
al más alto negociador de Puerto Rico a reanudar las negociaciones
el próximo jueves en Washington. Pero funcionarios de la
Casa Blanca expresaron su apoyo a la propuesta de la Marina, por
la cual la decisión final sobre el futuro de la base debe
ser tomada por los ciudadanos de Vieques y no por el gobernador
Pedro J. Rosselló.
La Armada propuso la semana pasada que se realizara un referéndum
dentro de 3 a 18 meses, ofreciéndoles a los ciudadanos
de Vieques la elección entre permitir que las fuerzas armadas
reanuden el entrenamiento con munición real, recibiendo
a cambio una compensación de $ 40 millones en ayuda comunitaria,
o cerrar la base dentro de cinco años. No se realizarían
pruebas en la isla, en la que rige una moratoria sobre los ejercicios
con fuego vivo hasta el 1º de marzo, después del referéndum,
manifestaron los funcionarios.
"Esta propuesta es peor que la anterior", dijo Alfonso
Aguilar, vocero del gobernador. "Sólo nos quedan una
pocas semanas, y sabemos que la Marina está presionando
al presidente para que tome una decisión antes que termine
la moratoria en marzo".
El presidente suspendió todos los ejercicios militares
en Vieques, una pequeña isla que forma parte del Estado
Libre Asociado (ELA) de Puerto Rico, en abril, cuando un guardia
de seguridad civil murió luego de que un jet arrojara por
error un par de bombas sobre una torre de observación.
La muerte provocó protestas que dieron lugar a la ocupación
de la base por más de 100 personas.
En diciembre, el presidente ordenó detener los ejercicios
militares con fuego vivo y el cese de todos los ejercicios en
un plazo de cinco años.
El gobernador Rosselló rechazó esa medida como
insuficiente, expresando que Puerto Rico quería una prohibición
a los ejercicios de tiro en Vieques que fuera legalmente obligatoria.
El viernes último, la Marina de Guerra hizo su contrapropuesta,
un referéndum, que tiene el respaldo del presidente, según
informó un alto funcionario del gobierno.
"Sugerimos el referéndum como la mejor opción
para darle a la Armada una oportunidad de presentar su plan y
conocer cuál es realmente la voluntad del pueblo de Vieques",
señaló un alto funcionario de la Casa Blanca. "Los
puertorriqueños deben comprender que el presidente como
comandante en jefe debe impulsar la preparación de las
fuerzas armadas, al mismo tiempo que considera los problemas del
pueblo de Vieques".
Desde la Segunda Guerra Mundial, la Armada y los marines han
usado el campo de 900 acres de Vieques para realizar sus ejercicios
con fuego vivo en la costa Este, que son únicos en su tipo
y comprenden desembarcos anfibios, bombardeos aéreos y
fuego naval. Mientras que para la Marina el campo de tiro es la
"joya de la corona", porque permite realizar ejercicios
necesarios para preparar los grupos de batalla antes de enviarlos
a destino, para los ciudadanos de Vieques la base es algo inaceptable.
El gobernador Rosselló sostuvo que el bombardeo sobre
Vieques durante más de 50 años ha producido un fuerte
desempleo, altas tasas de cáncer y un grave daño
a su vida silvestre y al frágil arrecife de coral.
La Marina de Guerra admitió que no supo manejar sus
relaciones con la población de Vieques y pidió que
se le conceda otra oportunidad. Pero los ciudadanos de Puerto
Rico han convertido a Vieques en un tema político de la
campaña presidencial y así como en el estado de
Nueva York, que tiene una importante población puertorriqueña.
El vicepresidente Al Gore tomó partido por Puerto Rico
en este debate, lo que también hizo Hillary Rodham Clinton,
candidata a senadora por Nueva York.
Los legisladores republicanos en el Congreso apoyan a la Armada
y han programado audiencias en la Cámara de Representantes
y en el Senado sobre legislación que dispondría
el cierre de la estación naval de Roosevelt Roads en Puerto
Rico, valuada en $ 3 mil millones, si el ELA se rehusa a autorizar
la reanudación del entrenamiento con fuego vivo.
Funcionarios puertorriqueños desestimaron esa propuesta
considerándola una táctica para atemorizarlos y
solicitaron que la Marina de Guerra sea excluida de las conversaciones
que tendrán lugar el jueves.
"No queremos dialogar más con la Marina de Guerra",
dijo Aguilar.
El jueves, Angel Morey, secretario de estado de Puerto Rico,
se reunirá con John D Podestá, el jefe del staff
de la Casa Blanca y un representante del Departamento de Defensa.
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Vea también, Rosselló
rechaza la oferta del Pentágono sobre Vieques
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