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11 de marzo de 2000 Puerto Rico es explotado, no protegido, por los EE.UU. Respuesta a la carta del 26 de febrero sobre Vieques: Puerto Rico era una nación autónoma con representación con derecho a voto en la legislatura de España y con moneda propia cuando fue invadida por las tropas estadounidenses, el 25 de julio de 1898. Los EE.UU. anexaron a Puerto Rico como territorio no para protegerlo sino para explotarlo. Tras 50 años de dominación estadounidense, Puerto Rico (no Haití) se hizo famoso como La Casa Pobre del Caribe. Los EE.UU. pasaron tal vergüenza que comenzaron a prestar ayuda a la nación que habían arruinado. Los puertorriqueños han luchado y muerto en los conflictos declarados por los EE.UU. (desde la Primera Guerra Mundial hasta el presente) sin tener jamás en cuenta los intereses de Puerto Rico. A causa de la segregación económica en los EE.UU. y la falta de trabajo en la isla, los puertorriqueños se alistaron en las fuerzas armadas estadounidenses en un número desproporcionadamente más alto del que podía esperarse. En lo que respecta a la defensa de Puerto Rico, prácticamente durante los últimos 200 años Puerto Rico sólo ha sido atacado por los EE.UU. Los EE.UU no están defendiendo a Puerto Rico; los militares estadounidenses actúan como nuestros carceleros, este es el papel típico de cualquier ejército de ocupación en una colonia. Como resultado de los bajos salarios que se pagan en Puerto Rico, los EE.UU. sacan de Puerto Rico mucho más dinero del que envían. Los EE.UU. consideran que los minerales y los yacimientos de petróleo de Puerto Rico forman parte de sus propias reservas (Puerto Rico tiene grandes yacimientos sin explotar de níquel, oro, plata y cobre). Si el autor de la carta no cree que esto sea verdad, puede escribir a su representante en el Congreso diciéndole que quiere que se le otorgue la independencia a Puerto Rico. Puerto Rico fue anexado por una ley del Congreso, y a falta de una revolución, sólo puede ser liberado por una ley del Congreso. RAPHAEL PEREZ, Coconut Creek ***** Mantener las prácticas de bombardeo alejadas de los civiles 8 de marzo de 2000 ¿Trasladar la práctica de bombardeo de la isla puertorriqueña de Vieques a los Everglades? De ninguna manera. Eso destruiría el medio ambiente y está muy cerca de la población civil. Esto es lo que cualquier habitante diría sobre la posibilidad de que los militares arrojen bombas en proximidades de una población civil. Respondo a una carta reciente sobre los bombardeos en Vieques y la ayuda federal a la isla. Como puertorriqueño, debo reconocer que la isla no es lo suficientemente grande y no tiene recursos suficientes para crear su propia economía, tener su propia moneda, mantener su propio ejército y, en general, producir lo suficiente como para mantener su actual nivel de vida. Basta con mirar lo que pasa en islas caribeñas de mayor tamaño, como Española, para ver como tienen que luchar contra la pobreza. Sin embargo, el autor de la carta se equivoca completamente en un punto: el bombardeo militar en las proximidades de poblaciones civiles es inaceptable en cualquier lugar, en Puerto Rico, en el territorio de los EE.UU. o en cualquier país en el que se ejerza el sentido común y el respeto por sus ciudadanos. No me opongo a la presencia militar en la isla y apoyo plenamente a nuestra nación. Las prácticas militares deben realizarse lejos de los civiles, más allá de su localización. Esto no tiene nada que ver con la ayuda federal. ¿Recuerda cuántos puertorriqueños dieron sus vidas en la Segunda Guerra Mundial y en Vietnam? ORLANDO RUIZ, Coconut Creek ***** 26 de febrero de 2000 Detengan el entrenamiento en Vieques, y también la ayuda a la isla Me molesta cuando escucho sobre las protestas en Puerto Rico sobre la isla de Vieques. Pero si eso es lo que la gente quiere, eso es lo que deberían conseguir. Pero cuando la Marina abandone Puerto Rico debería llevarse algunas cosas. Antes que nada, toda la moneda estadounidense debería ser retirada de circulación y llevada de vuelta al continente. En segundo lugar, todo el personal militar estadounidense y el equipamiento debería ser traído de vuelta a casa. Tercero, todas las bases militares estadounidenses, aeropuertos, puertos y edificios construidos por los EE.UU. en esas bases deberían ser destruidos o inhabilitados. También alguien tendría que cancelar el cheque por $ 11.000 millones que nosotros, los americanos, les enviamos todos los años. Dejémoslos que impriman y respalden su propia moneda. Dejémoslos que se defiendan solos y creen sus propias fuerzas armadas. Dejémoslos que establezcan su propia economía. Nuestra Marina probablemente podría encontrar otro lugar donde entrenar si buscara con suficiente empeño, pero ¿por qué tendría que hacerlo? Durante los últimos 60 años, nuestras tropas han entrenado en Vieques y la población se ha mantenido calma y ha prestado su colaboración. Siento la pérdida del guardia de seguridad que murió por una bomba arrojada erróneamente, pero estoy seguro de que él comprendía que corría algún riesgo trabajando en un campo de tiro. Si la población de Puerto Rico consigue lo que desea, me alegro por ellos. ¿Pero me pregunto qué sucederá si la isla es atacada? Apuesto a que las mismas personas saldrían a las calles para pedir que los EE.UU. hicieran algo, como enviar un portaaviones y los Marines para que los ayuden. ANDREW KRAUS, Hollywood |