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Click here to see this document in English. Puerto Rico Perfil: José Vidro21 de abril de 2000
Apenas comenzado la temporada de las grandes ligas de beisbol y, como siempre, resaltan los jugadores puertorriqueños. De hecho, a medida que el pasatiempo nacional comienza a desenvolverse hacia su culminación en la Serie Mundial en octubre, ahora es el momento apropiado para reconocer a los grandes del beisbol de Puerto Rico, en el pasado, presente y futuro. Cualquier retrospectiva hace imposible no pensar inmediatamente en "El Grande", Roberto Clemente, cuya excelencia en el diamante fue sólo superada por su fortaleza de espíritu y el heroismo que en última instancia le costó la vida. También está Orlando Cepeda, que el año pasado se convirtió en el segundo puertorriqueño, despúes de Clemente, que se incorpora al Salón de la Fama del Beisbol. En los juegos ahora en curso hay varias estrellas en los mejores equipos que son puertorriqueños. Este año hay 33 jugadores de Puerto Rico en 19 de los equipos de las grandes ligas. Esos jugadores provienen de ciudades y pueblos como San Juan, Ponce, Vega Baja y Salinas y han pasado a convertirse en estrellas del deporte en lugares como Nueva York, Atlanta, Detroit, Tejas y Cleveland. Muchos de ellos son muy conocidos en esos lugares. Por ejemplo, Iván "Pudge" Rodríguez, es el receptor de los Rangers de Tejas y fue el jugador más valioso de la Liga Americana el año pasado. Juan González, ahora con los Tigers de Detroit, obtuvo ese título en 1996. Bernie Williams llevó a los Yankees de Nueva York a tres campeonatos en el curso de cuatro años, en dos oportunidades derrotando al equipo con el mejor récord de la década, los Bravos de Atlanta, con su receptor Javy López. Los hermanos Alomar, Sandy, Jr. y Roberto, se encuentran en Cleveland siguiendo los pasos de su padre, el jugador de grandes ligas Santos Alomar, Sr. ¿Quiénes serán los grandes jugadores puertorriqueños en el beisbol del futuro? El tiempo lo dirá, pero todo parece indicar que el más encaminado hacia el estrellato es José Vidro, segunda base de los Expos de Montreal. Nacido en Mayaguez, el diestro bateador de 25 años fue reclutado en 1992 por los Expos, un equipo con un mercado pequeño pero un excelente sistema de ligas menores. Pedro Martínez, en la actualidad el lanzador estrella de los Medias Rojas de Boston, entró al deporte a través de la organización de los Expos, junto con otros destacados jugadores como Larry Walker, Moises Alou y John Wetteland. Todos ellos dejaron el equipo de Montreal en busca de mejores salarios y oportunidades en franquicias mas grandes. Durante los años en que ha jugado para los Expos, Vidro se ha desarrollado como un joven jugador muy sólido y con gran potencial. Sin mucha pompa ni atención de los medios de comunicación, ha pasado a convertirse en un elemento clave de la ofensiva de los Expos, así como un confiable componente de su defensa. Entró a las grandes ligas el 6 de junio de 1997 y ese mismo año hizo su aparición en 67 juegos y logró un récord al bate de .249. En 1998 jugó en 83 juegos pero sólo logró batear .220. Sin embargo, en el invierno de 1998-99 José Vidro surgió como un gran talento. Jugando para los Leones de Ponce en Puerto Rico para la Liga de Invierno, dominó a los lanzadores rivales batiendo .417 con 10 carreras y un total de 30 carreras al bate. Ese ha sido el promedio más alto de nadie en la liga desde 1990 cuando Edgar Martínez fue unánimemente seleccionado como el jugador más valioso de la temporada de invierno. Vidro regresó a Montreal en la primavera de 1999 con el mismo poder y confianza que mostró tener en Ponce. ESPN le designó como la "sorpresa más placentera de los Expos", un jugador que ha "desarrollado confianza en su destreza al bate y está ansioso de demostrarlo cada vez que logra avanzar la puntuación". A pesar de verse agobiado por lesiones y fatiga al final de la temporada, Vidro bateó .304 durante el año, con 12 carreras al bate y 59 carreras empujada. El pasado invierno Vidro no tuvo tanto éxito como el año anterior, pero se mantuvo entre los principales bateadores de la liga con un promedio al bate de .315. Según comienza la temporada del año 2000, podría ser que José Vidro se convirtiera en la próxima estrella puertorriqueña. Los primeros informes de los reclutadores no fueron demasiado optimistas. Sin embargo, Vidro parece estar probando que los críticos están equivocados. A pesar de que la temporada recién empieza, su promedio al bate actual es de .423, uno de los mejores en la Liga Nacional. Se encuentra también entre los principales en la liga en lo que respecta carreras, estadísticas que son de vital importancia para los bateadores que se ubican en los primeros lugares. Hasta la fecha ha epujado en 7 carreras y ha bateado 3 veces fuera del parque. De hecho, Vidro anotó sus dos primeras carreras de la temporada en un juego el martes, 11 de abril. Incluso su entrenador, Felipe Alou, se sorprendió con su rendimiento. "Nos brindó un gran espectáculo", dijo Alou al día siguiente. "Me sorprendió la manera en que bateó. Sabemos que tiene el poder necesaria para halar la bola hacia los lados, pero la segunda carrera que bateó fue la primera vez que demuestra su poder al conectar la pelota recta por el centro del diamante". A pesar de las prometedoras estadísticas e impresionante juego, José Vidro continúa siendo un desconocido. Sin embargo, si continúa desarrollándose como lo ha hecho en los últimos años, no tomará mucho tiempo antes de que salga de las sombras para asumir su posición bajo las luces. Un informe preliminar a la temporada sobre los Expos de Montreal lo designó como "un interesante equipo de jóvenes con la posibilidad de convertirse en un equipo muy bueno en muy poco tiempo". Lo mismo podría decirse de José Vidro, cuya emergente grandeza podría ser la clave para el éxito de su equipo y la contínua herencia de héroes puertorriqueños en el beisbol profesional.
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