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Click here to see this document in English. ASSOCIATED PRESSEU desaloja a los manifestantes de la zona de tiro en Viequespor Chris Hawley5 de mayo de 2000 En una operación rápida y sin incidentes violentos, agentes federales enmascarados desalojaron ayer en la madrugada a unos 150 manifestantes de un polígono de tiro de la Armada norteamericana en Vieques. Entre los detenidos figuran tres legisladores norteamericanos y varios religiosos, incluyendo dos obispos. ``Estamos aquí con el pueblo puertorriqueño hasta que la isla sea devuelta al pueblo puertorriqueño'', dijo la congresista Nydia Velázquez, de Nueva York, mientras era escoltada por alguaciles federales. Poco después en otro sector del campamento fue arrestado el también congresista Luis Gutiérrez, de Illinois, junto a religiosos que mantenían un campamento de desobediencia civil en el área de tiro de la Armada. ``Creo que nosotros somos los primeros de muchos que van a participar en muchos actos de desobediencia civil para garantizar la paz aquí en Vieques'', dijo Gutiérrez tras su arresto. Relató que uno de los agentes del FBI, que se identificó como puertorriqueño lloró cuando intervino con él y que le expresó que sentía mucho lo que estaba ocurriendo. El también congresista federal José Serrano, de Nueva York, fue llevado bajo arresto. El ex senador y líder del Partido Independentista Rubén Berríos, quien mantuvo ininterrumpidamente un campamento de desobediencia civil desde el pasado 8 de mayo, deploró la operación y dijo que la misma fortalece la lucha contra las maniobras bélicas en la pequeña isla municipio al este de Puerto Rico. ``Esto representa un peligro inminente para los que estamos en estas áreas, pero también para los Estados Unidos. La voluntad de los militares se ha impuesto sobre los civiles y eso constituye un peligro para la democracia de los Estados Unidos'', dijo Berríos. Advirtió que pese a lo que pase, el PIP evitará la reanudación de los bombardeos en Vieques ``no nos vamos a detener, vamos a seguir luchando contra el bombardeo, dónde, cómo y cuándo lo haremos lo diremos más adelante, luego que salgamos de la cárcel''. En horas de la tarde, Berríos fue dejado en libertad con un grupo de detenidos, entre ellos los dos obispos. El concejal neoyorquino José Rivera al ser conducido por un alguacil federal aseguró que ``mañana habrá desobediencia civil en todas partes de Estados Unidos'', agregó. Tras los desalojos en distintos lugares del país se registraron esporádicas protestas sin mayores consecuencias, incluyendo una en el Fuerte Buchanan, en San Juan, sede del Ejército sur. Los manifestantes que bloqueaban el acceso principal al polígono de tiro fueron detenidos en menos de 40 minutos, pero los agentes en helicóptero continuaron hacia otros campamentos, incluyendo el de Berríos. Unos 200 agentes enmascarados del FBI usando uniformes oscuros, llegaron poco antes del amanecer a las puertas del Campamento García, la instalación de la Armada norteamericana donde se realizaban prácticas de tiro. En el curso de escasos minutos, cuatro helicópteros sobrevolaron las instalaciones y enfilaron hacia el polígono de tiro donde docenas de manifestantes habían acampado durante más de un año a fin de impedir a la armada que hiciera prácticas de tiro. Unos 100 alguaciles federales también participaron en la operación. La secretaria de Justicia Janet Reno dijo que los manifestantes en 12 enclaves, algunos de los cuales llevaban acampados en la playa militar de Vieques desde hace más de un año, no serán acusados siempre y cuando no recurran a la violencia y no intenten volver. ``Intentamos asegurarnos de que la gente comprende que pensamos hacer cumplir las leyes, aunque deseamos hacerlo de una manera justa y mesurada'', indicó Reno. ``Me agrada que hasta ahora la operación ha transcurrido muy, muy bien'', explicó Reno. ``Todos los indicios señalan que los manifestantes se comportaron de manera pacífica y digna''. Agregó que para realizar la operación no fue necesario una orden judicial especial porque los manifestantes violaron las leyes federales por haber entrado ilegalmente en terreno militar estadounidense. La operación para desalojar de la base a los manifestantes era dada por descontada ya que tres barcos de guerra con infantes de marina llegaron el lunes a la costa de Vieques. Los detenidos fueron llevados a la Base Naval Roosevelt Roads en Ceiba, donde se les advirtió que podrían ser arrestados y encarcelados si regresaban a la zona restringida. El gobernador Pedro Rosselló se mostró ``complacido y agradecido'' con el desalojo. ``Hoy se ha dado ejemplo de lo que se puede permitir en nuestra sociedad, una expresión de nuestras creencias'', dijo el Gobernador.
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