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12 de mayo de 2000
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Con el tiempo "la desobediencia civil" realizada en Vieques, como se esperaba, resultó ser un monumental acto de hipocresía de los seguidores del Partido Independentista y los "come fuego" de los distintos partidos comunistas.

La "Paz para Vieques" nunca estuvo en sus mentes, excepto como una carnada para atraer a tontos útiles.

Lo único que tenían presente era la cubierta nacional que obtendrían para transmitir el mensaje equivocado de que Puerto Rico no quiere ser parte de Estados Unidos. Por eso es que los líderes oriundos de Vieques no formaron parte de los actos ilegales.

Los líderes religiosos que se les unieron, conocidos por todos como defensores de la independencia, le asustaron un golpe mortal a los planes originales de los independentistas.

Convirtieron la protesta en una actividad pacífica que permitió, con el tiempo, la remoción pacífica de los manifestantes.

Si no hubiera sido por los líderes religiosos, la removión hubiera sido, viciosamente, violenta.

Pero tanta "paz" no podría ser tolerada por esos "come fuego". ¡Se ofendieron! Así que la demostración en Buchanan se volvió violenta, lo mismo en el reinaugurado Tribunal Federal, donde rompieron las ventanas del carro del ex gobernador Luis A. Ferré y los arrestados en Vieques siguen actuando como bebés y lloran por la manera en que los trataron.

Claro, quebrantan la ley y todavía esperan que les den el desayuno en la cama. ¿Hay alguna frase que describa esto? Claro: retro racismo anárquico.

¿Y quienes llegaron a la undécima hora para salir en cámara en camino a su martirio? ¡Los "pipulares"! Los populares que son realmente independentistas, pero su amor por el dinero estadounidense descalifica cualquier definición.

¡Hipócritas!

Mario E. Porrata
Cupey