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THE NEW YORK TIMES

Una fiesta de 42 cuadras en honor a Puerto Rico

por Eric Lipton

12 de junio de 2000
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Los políticos y manifestantes se peleaban ayer por llamar la atención en el desfile del Día de Puerto Rico. Pero no hubo ningún error en lo que atrajo a los cientos de miles de personas que se agolparon en las aceras de las 42 cuadras de la Quinta Avenida: una oportunidad para formar parte de una celebración altamente espiritual de la cultura, música y orgullo por la raza puertorriqueña.

La celebración convirtió a la zona superior este en un mar ondulante de banderas puertorriqueñas con los colores rojo, blanco y azul en camisas, pañuelos, esmalte para uñas, collares y hasta en la capa que usaba un perro.

Hillary Rodham Clinton y el representante Rick A. Lazio, candidatos de New York por el Senado de los Estados Unidos, estuvieron allí junto a una larga lista de políticos provenientes de otros estados y localidades. Cientos de caminantes y espectadores que sostenían pancartas de protesta dirigidas a la Marina de Guerra de los Estados Unidos para que dejaran de utilizar a Vieques, una isla de Puerto Rico, como un campo de bombardeo.

Aún otros en la marcha, quienes pararon el tráfico desde el centro de la ciudad hasta la zona este superior, se reunieron en memoria de Pedro Albizú Campos, una figura en el movimiento separatista de Puerto Rico quien exigió a los habitantes de la isla que comenzaran una lucha armada en contra de los Estados Unidos.

Pero fueron los bailarines, las bandas marchantes y de salsa en competencia, y las balsas patrocinadas por los pueblos y las aldeas de Puerto Rico las que incitaron gritos de alegría provenientes de la muchedumbre. Además se realizaron también diferentes tributos a Tito Puente, el músico de jazz y patrimonio cultural puertorriqueño que murió el 31 de mayo.

Violet Colón, de 49 años de edad, perteneciente al distrito Bronx, expresó: "Se trata de reunir a la gente puertorriqueña y celebrar nuestro día. Estoy feliz y orgullosa de estar aquí."

El alcalde Rudolph W. Giuliani marchó junto al señor Lazio, quien lo reemplazó el pasado mes como candidato republicano por el Senado. La señora Clinton fue escoltada por Fernando Ferrer, presidente del distrito Bronx, con quien comenzó espontáneamente a bailar cuando pasó una banda de salsa formada por doce músicos.

El pasado domingo, la señora Clinton fue ridiculizada y pitada mientras marchaba por la Quinta Avenida durante el desfile "un saludo para el Día de Israel," en parte debido a su pasado apoyo a favor de la independencia del estado palestino. Pero ayer, fue el señor Giuliani quien provocó una sinfonía de pitos y gestos descorteses, prueba de que su popularidad está en decadencia entre la populación hispana de la ciudad desde su primera elección como alcalde en 1993, particularmente luego de la reciente serie de disparos que la policía le hizó a unos hombres que estaban desarmados.

El señor Giuliani parecía inmune a las ariscas respuestas de la gente, se paseaba de una acera a la otra saludando a los espectadores aún y cuando los mismos le estaban pitando.

El señor Giuliani mofándose de los insultos que había recibido en los recientes desfiles puertorriqueños comentó: "Éste fue un mejor recibimiento que los que normalmente me dan. Pienso que es maravilloso, creo que me aplaudieron más personas."

La señora Clinton evidentemente prefirió el giro rotundo que la semana dio.

La misma se manifestó así ante el repudio que sufrió el pasado domingo: "Ésta es la democracia en acción. Somos muy afortunados de vivir en un país donde cada quien es libre de expresar su opinión."

El desfile -- el cual en algunos momentos parecía prolongarse hasta más allá de Manhattan, con la circulación de carros y motocicletas ornamentadas con banderas puertorriqueñas -- ilustraron la fuerza económica en desarrollo de los latinos dentro de la economía de los Estados Unidos.

Hubo, por supuesto, balsas patrocinadas por los productos tradicionales dirigidos a los latinos, como café Bustelo y la cerveza mexicana Corona. Además estuvo presente la red de cable de televisión "showtime," promocionando su nueva serie televisiva El Boulevard de la Resurrección (Resurrection Blvd.) la cual presentará a una familia latina en el este de los Angeles. También habían balsas patrocinadas por varios sitios de Internet dedicados a los latinos, como Latino.com y LaMusica.com, al igual que principales empresarios y compañías como Sears y Colgate-Palmolive.

Lo que la mayoría de éstas y otras promociones publicitarias tenían aún en común, era, la música emocionante, rítmica y alta, alta, alta como la balsa que patrocinaba el aceite de maíz Mazola, la cual se balanceaba de un modo febril al son de la melodía de Barrio Boyzz, en una presentación que hizo desmayar a las jovencitas que estaban entre la muchedumbre. Los actores Jimmy Smits y Rosie Pérez también provocaron intensos aplausos, al igual que el boxeador Felix Trinidad.

La desfile estaba dedicada tanto a Vieques como a Pedro Albizú Campos, el una vez líder del Partido Nacionalista puertorriqueño quien fue encarcelado en los años 50 por tratar de derrocar al gobierno de los Estados Unidos.

Pero fue el asunto de Vieques el que se ganó la mayor parte de la atención.

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