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Click here to see this document in English. Clinton dijo que discutirá el problema de Puerto RicoClinton defendió los ejercicios bélicos en Puerto RicoClinton dijo que discutirá el problema de Puerto Rico 29 de junio de 2000 WASHINGTON - El presidente Clinton le aseguró el miércoles a los líderes de los tres partidos políticos de Puerto Rico que apoya la autodeterminación de la isla estadounidense. Pero estos dijeron que Clinton no dio respuesta a sus reclamos para que la Marina detenga los bombardeos en isla de Vieques. Se trataría de la primera vez que un presidente de los EE.UU. se sienta con los dirigentes de los tres partidos puertorriqueños -representantes de las distintas opciones de status: la estadidad, la independencia y el actual Estado Libre Asociado (ELA)- para discutir el modo de resolver la cuestión del status. "El presidente escuchó la opinión de todos y, al terminar, reiteró que quería diseñar o poner en marcha un proceso que fuese transparente, abierto y justo para alcanzar una decisión sobre la cuestión del status", expresó la vocera de la Casa Blanca, Nanda Chitre. El debate domina la política de Puerto Rico desde hace 102 años, cuando los Estados Unidos tomaron posesión de la isla caribeña como botín de la Guerra Hispano-Americana. La alcaldesa de San Juan, Sila Calderón, líder del Partido Popular Democrático, que apoya la continuidad del ELA, manifestó que estaba decepcionada con la reunión porque Clinton se rehusó a discutir los bombardeos de la Marina en Vieques. "Vieques es un asunto mucho más importante en este momento, y no sé si él percibió la magnitud de la explosiva situación que allí existe", advirtió. Tanto Calderón como el dirigente del Partido Independentista Puertorriqueño, Rubén Berríos, declararon que le habían pedido a Clinton la inmediata realización de un referéndum para que los isleños puedan expresar si desean que la Marina permanezca o se retire. La controversia volvió nuevamente a cobrar fuerza luego que la Marina realizara esta semana el mayor ejercicio bélico en la isla desde el fatal bombardeo de 1999. Los ejercicios concluyeron el miércoles, con un saldo amargo para ambos bandos, los activistas puertorriqueños que intentaron detener el entrenamiento arriesgando sus vidas al invadir el polígono de tiro y la Marina, por un supuesto ataque en el cual resultaron heridos dos marineros. En la reunión, Clinton señaló que también prefería que el referéndum se efectuase "cuanto antes", según Jeffrey Farrow, asesor del presidente sobre Puerto Rico. La Marina decidirá la realización del referéndum, conforme un acuerdo negociado por Clinton, el Pentágono y el gobierno puertorriqueño. También concurrió al encuentro Carlos Pesquera, el presidente del gobernante Partido Nuevo Progresista (PNP), que aboga por la estadidad. Los tres políticos son candidatos a gobernador para las elecciones de noviembre. Los 3,8 millones de habitantes de Puerto Rico son ciudadanos estadounidenses que pueden ser incorporados en las fuerzas armadas de los EE.UU., pero no tienen derecho a votar en las elecciones presidenciales ni tienen voto en el Congreso. Aunque no pagan la mayoría de los impuestos federales, Washington destina a la isla $13 mil millones anuales, casi un tercio del Producto Bruto Interno oficial de la isla. Clinton defendió los ejercicios bélicos en Puerto Rico 28 de junio de 2000 WASHINGTON, 28 de junio (Reuters) - El presidente Bill Clinton defendió el miércoles los ejercicios bélicos estadounidenses en la isla puertorriqueña de Puerto Rico y declaró que el futuro referéndum constituye el mejor modo para decidir si el polígono de tiro debe permanecer abierto, informó un funcionario estadounidense. En una reunión mantenida con los principales dirigentes puertorriqueños, Clinton defendió el acuerdo alcanzado en enero entre la isla y la Marina de los EE.UU., manifestó el funcionario, que prefirió mantener el anonimato. Según dicho acuerdo, el campo de tiro permanecerá abierto durante tres años más, empleando munición inerte, a cambio de la realización de un referéndum que permitirá a la población de la isla decidir si los militares estadounidenses deben retirarse. Un funcionario estadounidense indicó que el tema de Vieques fue mencionado varias veces en las conversaciones de la Casa Blanca con los líderes puertorriqueños, entre los que se encontraba el gobernador Pedro Rosselló. "El presidente declaró que creía que el acuerdo alcanzado en enero constituye la mejor manera de resolver el impasse", dijo el funcionario. "También permitirá que la población más afectada pueda decidir por sí misma". El tema de los bombardeos de la Marina estadounidense en la base Camp García de Vieques, isla de 33 mil acres (13.350 hectáreas) y 9300 habitantes situada aguas afuera de la costa puertorriqueña, ha generado encendidos y prolongados debates. Docenas de manifestantes ocuparon el polígono de tiro después que una bomba errante asesinó a un guardia de seguridad civil, en abril de 1999. La muerte del guardia tocó una raíz nerviosa de Puerto Rico, territorio estadounidense. La Marina sostiene que el campo de entrenamiento es esencial para asegurar la preparación de los pilotos. Algunos isleños afirman que los bombardeos envenenaron el suelo y las aguas, afectando al turismo y la industria pesquera. El Pentágono comunicó el jueves que dos marineros estadounidenses resultaron heridos cuando activistas arrojaron barras de hierro para protestar por la reanudación de los ejercicios de bombardeo en Vieques. Los bombardeos realizados el domingo, fueron los primeros desde el fatal accidente del año pasado. Rosselló recibe ataques por el acuerdo sellado en enero. Muchos residentes de Vieques y puertorriqueños consideran que fue una traición del Partido Nuevo Progresista de Rosselló, que aboga por la estadidad. Clinton, los dirigentes y políticos puertorriqueños discutieron también la cuestión del status de Puerto Rico, durante una hora de conversaciones que tuvo lugar el miércoles, dijo el funcionario. Políticos puertorriqueños como la alcaldesa de San Juan, Sila Calderón, dijeron que había tenido un buen diálogo con el presidente. "Nos pusimos de acuerdo en continuar hablando", precisó Calderón. El funcionario estadounidense sostuvo que Clinton manifestó a la delegación puertorriqueña que no tenía preferencias sobre el status de Puerto Rico dentro de los Estados Unidos, pero que urgió al grupo a comenzar a trabajar en un plan para decidir la manera en que dicha cuestión debe resolverse. Hace más de un siglo, en 1989, los Estados Unidos desalojaron a España como resultado de la Guerra Hispano-Americana, los puertorriqueños aún están divididos sobre cuál debe ser su futuro. En un referéndum realizado en 1998, el 46,6 por ciento de los puertorriqueños apoyó la estadidad, pero una ajustada mayoría eligió continuar con el status de Estado Libre Asociado. Sólo el 2,6 por ciento votó por la independencia.
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