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Click here to see this document in English. The Miami HeraldGeorge W. Bush gana apoyo entre el electorado hispanopor JODI A. ENDA y MARK SILVA30 de junio de 2000 Mientras que una mayoría de los votantes hispanos de la nación confían más en Al Gore que en George W. Bush con respecto a una serie de cuestiones, el apoyo tradicional del Partido Demócrata entre el grupo minoritario de mayor crecimiento se está debilitando, según una encuesta del Knight Ridder dada a conocer hoy. Gore, en la encuesta más extensa del electorado hispano este año, tiene un margen de 16 puntos por encima de su rival republicano. Pero la delantera de 50 a 34 puntos del vicepresidente con respecto al gobernador de Texas carece del apoyo hispano que clamó el presidente Clinton en sus dos elecciones. En 1992, Clinton prevaleció sobre el padre de Bush entre los hispanos por 62 a 25 por ciento. No obstante, dentro de la Florida, el abrumador apoyo a Bush entre los cubanoamericanos de tendencia republicana - que se inclinan más a favor de Bush que de Gore en un 75 a 12 por ciento en la encuesta - es la base de un cómodo margen entre los votantes hispanos en todo el estado y una escasa delantera sobre Gore entre los floridianos en general. En efecto, muchos votantes sondeados dicen que piensan respaldar a Bush aunque tienen más confianza en la capacidad de Gore para manejar cuestiones más importantes para ellos, tales como educación, atención médica y economía. Una sensación de consternación con el gobierno de Clinton - y sus relaciones con Cuba - surge de las entrevistas con los votantes de la Florida. "Si pudiera ir y elegir a alguien, él no sería mi primera elección", dice Dennis Valdez, un paramédico de Miami Springs, con respecto a Bush en la entrevista para la encuesta. "Pero le gana por mucho al otro tipo ...... Gore, dejando de lado la cuestión personal, proviene del gobierno de Clinton, y es un producto de todo eso". La campaña de Gore se apoya en los resultados de la encuesta, según los cuales los hispanos tienen más confianza en Gore para tratar docenas de asuntos que ellos consideran prioritarios.
Este año, se espera que vote el mayor número de hispanos hasta la fecha, ya que el crecimiento de la población y el gran número de votantes empadronados prometen más del 5 por ciento de los votos en noviembre. Había 31,700,000 americanos hispanos en marzo de 1999, o sea el 11.7 por ciento de la población de la nación, de acuerdo con los informes más recientes de la Oficina del Censo. La encuesta de Knight Ridder entre más de 2,700 votantes americanos hispanos empadronados - vuelve a poner de relieve uno de los problemas contra el cual está luchando el vicepresidente: las deserciones de los demócratas tradicionales. "Gore necesita convencer a los demócratas que se están pasando a Bush de que regresen a su campo", dice T. Michael Alvarez, un científico político del Instituto de Tecnología de California, que analizó los resultados de la encuesta. "Tendrá que sudar la gota gorda para ello". Casi el 60 por ciento de los "posibles" votantes hispanos encuestados se identificaron como demócratas 10 puntos porcentuales más que aquellos que apoyan o se inclinan por Gore, según la encuesta llevada a cabo del 26 de mayo al 15 de junio por International Communications Research of Media, Pa., para Knight Ridder, la compañía matriz de El Herald. Los resultados nacionales de la encuesta tienen un margen de error del 1.9 por ciento. El veinte por ciento de los encuestados dicen ser republicanos, considerablemente menos que el 34 por ciento que respalda o se inclina por Bush. "Bush es el republicano más atractivo para los hispanos del que se tenga noción", dijo Bruce Buchanan, un científico político de la Universidad de Texas en Austin. "Bush está tomando los pasos adecuados para transformar a los republicanos en competitivos". En 1996, el Presidente Clinton recibió el 72 por ciento de los votos hispanos, en comparación con el 21 por ciento del candidato republicano Bob Dole y el 7 por ciento de multimillonario Ross Perot del Partido de la Reforma. En la Florida, desde aquel tan criticado manejo de la invasión a la Bahía de Cochinos por el presidente John F. Kennedy, la acérrima lealtad hacia los candidatos presidenciales republicanos se ha convertido en el sello de los votantes cubanoamericanos del Sur de la Florida. Los presidentes Reagan y Bush se llevaron el 80 por ciento o más de estos votos durante sus candidaturas. Clinton pudo hacer avances, capturando un tercio del voto cubanoamericano el 42 por ciento del total de votos hispanos en la Florida para su reelección en 1996, el primer año que la Florida votó a los demócratas en 20 años. Pero el manejo del pequeño refugiado Elián González por parte del gobierno les ha dado a los exilados cubanoamericanos una nueva razón para desconfiar de los demócratas. "No me gustan los demócratas", dice Elisa Perdomo, una cubana miamense de 70 años que buscó refugio en Estados Unidos. en 1964. Ella encontró una nueva razón en la despedida de Elián esta semana. "Siempre pensé que eran malos, y estaba en lo cierto. Ellos llegaron a un acuerdo con Castro para regresarlo [a Elián] a Cuba, y eso me parte el alma". Perdomo dice que Bush viene de una buena familia: "Me gusta su padre. Creo que si tiene algún problema, puede ir a consultarlo. Los padres algunas veces influyen bien en sus hijos". No obstante, entre los votante hispanos no existe unanimidad de sentimiento sobre Elián o las elecciones presidenciales. "Incluso contemplar la idea de dejar al niño en este país ya nos convierte en secuestradores", dice la colombiana Lee Medina, de Miami Lakes. Medina, una independiente, dice que votará por Gore, pero más que nada por lo práctico le gusta Ralph Nader, el candidato del Partido Verde, pero duda que tenga posibilidad de ganar. Gore "es un verdadero demócrata para mí", dice Medina. "El es muy abierto, trabaja en cuestiones sociales, como la elección de la mujer con respecto al aborto". Bush han estado haciendo un esfuerzo deliberado por atraer a los votantes demócratas tradicionales, incluyendo mujeres, afroamericanos e hispanos. Aunque no espera ganar rotundamente entre las minorías, simplemente tiene que captar suficientes votos para reducirle la delantera a Gore. "El hecho de que un republicano esté obteniendo casi un tercio del voto de una minoría es un giro sorprendente de los acontecimientos", dice Ross K. Baker, un científico político de Rutgers University. "George Bush no tiene que ganar el 30 por ciento de los latinos. Tiene que bajar el margen de Al Gore entre las minorías". En la Florida, los votantes hispanos representarán el 12 por ciento de los votos siendo los cubanoamericanos casi el 8 por ciento de los más de cinco millones de votantes del estado. En California, se espera que los hispanos comprendan el 18 por ciento del electorado en el estado más populoso. Allí, la encuesta muestra que los votantes hispanos apoyan a Gore por más de 2 a 1. La campaña de Bush se basa en la actuación del gobernador entre un bloque de votantes que históricamente ha favorecido a los demócratas. "Estos son números muy alentadores. Esto demuestra que el gobernador Bush es un tipo diferente de republicano, dice Ari Fleischer, vocero de Bush. Bush ha obtenido bastantes votos hispanos en Texas. Una encuesta llevada a cabo el día de las elecciones en 1998 mostró que Bush ganaba la reelección como gobernador con un 49 por ciento del voto hispano. La encuesta de Knight Ridder muestra que Gore le lleva poca delantera a Bush entre los tejanos hispánicos 45 a 40 por ciento. La campaña de Gore no está reconociendo un gran segmento del voto hispano. "Al Gore trata de ganar su confianza", dice Janet Murguia, subdirectora de la campaña para llegar fuera del distrito electoral. "Los hispanos tienen más poder hoy que en cualquier otro momento de la historia. Van a reflexionar en cuanto a quién elegir". Edwin Garcia del San Jose Mercury News y Ron Hutcheson del Fort Worth Star-Telegram contribuyeron a esta nota.
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