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Click here to see this page in English. EditorialNew York PostEl futuro de Vieques, Se acelera la batalla por Vieques15 de diciembre de 2000 Vieques vuelve a ser noticia. El lunes, el Secretario de la Marina, Richard Danzig, y el saliente gobernador de Puerto Rico, Pedro Rosselló, fijaron el 6 de noviembre como la fecha en la que 9300 residentes de Vieques, Puerto Rico, votarán por sí o no sobre la expulsión de la Marina del polígono de tiro que dicha fuerza posee desde hace más de 50 años. La Marina argumenta, convincentemente, que necesita Vieques para que sus aviadores y artilleros puedan a perfeccionar sus destrezas, en especial antes de los despliegues a ultramar que podrían involucrar combates con fuego vivo en Iraq u otras zonas de conflicto. Sus oponentes, en su mayoría miembros activos del movimiento independentista puertorriqueño, quieren que la Marina simplemente se vaya. Ojalá fuera tan simple. El polígono de tiro de Vieques es la principal razón de que la fuerza de mar mantenga la Base Naval Roosevelt Roads, un apostadero cercano a través del cual se inyectan unos $300 millones anuales en la economía de Puerto Rico. Sin Vieques, no funcionará Roosevelt Roads y se perderán 4900 puestos de trabajo civiles. Pregúntenle a los defensores del antiguo Puerto Naval de Staten Island que sucede cuando la comisión de cierre de una base no le encuentra más utilidad a una instalación. Desaparece con rapidez, eso pasa. A decir verdad, la mayoría de los adversarios ven la cuestión de Vieques como un garrote con el cual pueden golpear a la Marina de los EE.UU. y al gobierno al que sirve. Ese mensaje encuentra resonancia en una época de separatismo global. Pero la Marina necesita Vieques, al menos hasta que se encuentre una alternativa adecuada. (Proponemos el complejo Kennedy en Cape Cod.) Y aunque no le guste la Marina, parecería que Puerto Rico necesita los empleos que Roosevelt Roads provee. Existirían elementos para una negociación, siempre que la cuestión sea abordada con buena fe. ******* Se acelera la batalla por ViequesPor Iván Román 18 de diciembre de 2000 SAN JUAN, Puerto Rico -- Se fijó la fecha para el inusitado referéndum en el cual los votantes de Vieques decidirán, después de 60 años de bombas y desplazamientos, si la Marina de los EE.UU. se queda o se va. Desde ahora y hasta el 6 de noviembre, está abierta la competencia para ganarse los corazones y las mentes de los 7000 votantes de la isla municipio . El acuerdo trabajosamente elaborado por funcionarios de Washington y San Juan autoriza el entrenamiento con bombas inertes hasta mayo de 2003 en el polígono de tiro de Vieques, la principal base de entrenamiento de la Marina en el Atlántico. Qué sucederá después de esa fecha será decidido en las urnas, por lo que cada bando de esta intensa confrontación tiene que defender su causa. Algunas acciones plausibles de la Marina: $40 millones para proyectos de desarrollo económico, cuatro pianos, 140 nuevos empleos y una excursión en bote para que 32 niños de la escuela primaria de Vieques visiten la Base Naval de Roosevelt Roads en Ceiba, al otro lado del canal. La vocera de la Marina, Ruth Díaz, informó que un puñado de personas ya ha sido seleccionado para cubrir los puestos de trabajo ofrecidos en carpintería y plomería, la mitad en Camp García, Vieques, y el resto en Roosevelt Roads. El transporte diario será gratuito. Militares y personal civil de la Marina reunieron donaciones para donar cuatro nuevos pianos a las escuelas de Vieques, ante quejas de los docentes porque no tenían instrumentos musicales. Y a 32 niños de la escuela primaria se les ofreció el jueves una excursión en barco, una jornada de diversión y camaradería. Los niños que estudian en la escuela de la Base dieron la bienvenida a los niños de Vieques con un concierto navideño. Luego compartieron clases de computación y matemáticas. Almorzaron juntos y un programa especial del Marine Corps les entregó juguetes. "Esto es parte de nuestro deber como los buenos vecinos que queremos ser", explicó Díaz. "No tiene nada que ver con comprar votos". Pero el Almirante Kevin Green, que dirige el Comando Sur de la Marina, manifestó que quería completar los proyectos de ayuda económica con otros esfuerzos de buena voluntad antes del referéndum por una razón: la acción podría ser la mejor herramienta de campaña de la Marina. "La Marina comprende que debe dedicar mayores recursos a su relaciones con la comunidad de Vieques y ser la fuerza económica que representa en comunidades civiles como las de que se encuentran en el sector oriental de Puerto Rico", declaró a The San Juan Star. "Le estamos pidiendo al pueblo de Vieques que no sea demasiado tarde". Los críticos disienten. Dos tercios de los votantes de Vieques respaldaron el mes ultimo a los candidatos a alcalde que postulaban un inmediato cese de los ejercicios de bombardeo. Muchos culpan a la Marina por haberlos obligado a vivir en un cuarto de la isla de 52 millas cuadradas. Sostienen que la Armada tomó las mejores playas, estrangulando al turismo y la economía, y contaminó la isla. La Marina niega estos cargos e intenta adquirir una nueva imagen. Pero como la Marina defraudó a los residentes en el pasado, algunos críticos piensan que este último intento fracasará. "Comenzaron esto antes de las elecciones y no obtuvieron los resultados que querían", expresó el alcalde electo Dámaso Serrano. "No creo que la gente se deje engañar por este embuste". Pero otros temen que cierta buena disposición pueda ser comprada. Se quejan de que las directivas permiten que la Marina establezca la fecha del referéndum, dándoles más tiempo para ganarse a la población. Además, sostienen, la opción de un inmediato cese de los bombardeos no aparecerá en las papeletas. Si aquellos que piensan que el referéndum es antidemocrático permanecen en sus hogares, los votos a favor de la Marina ganarían mayor peso. Por tal razón la gobernadora electa Sila María Calderón quiere convocar el referéndum en sus propios términos. Calderón reprobó las amenazas de la Marina de bloquear la transferencia de 8000 acres de tierra antes del 31 de diciembre y detener los proyectos de desarrollo económico si ella no se comprometía a cumplir el acuerdo. La gobernadora electa reafirmó su promesa de reabrir las negociaciones sobre este tema, retirar el apoyo policial de los portones de acceso al campo de tiro de la Marina en Vieques e imponer regulaciones ambientalistas que obstaculizarán los ejercicios militares.
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