Va cogiendo auge en Puerto Rico el movimiento a favor de pedir al Congreso de EE.UU. y a la Casa Blanca que adopten una postura en la cuestión del status político de la isla.
Tanto el Partido Nuevo Progresista como el Partido Independentista Puertorriqueño han presentado esta semana una legislación que pide a Washington, D.C. que señale las alternativas viables desde las cuales Puerto Rico pueda escapar a la incertidumbre de su status de hace siglos.
Las vistas sobre tres proyectos de ley separados sobre el status, cada uno presentado por los tres partidos políticos de Puerto Rico, se ponen en marcha hoy, con el testimonio del Presidente del Partido Nuevo Progresista, Pedro Rosselló. Los líderes del PNP en el Senado y en la Cámara han dicho que tienen como objetivo crear una medida de compromiso de los tres anteproyectos, la cual resulte aceptable para los tres partidos.
Sin embargo, es la propuesta del Partido Popular Democrático, pro ELA, la que más difiere de las otras dos propuestas. En lugar de pedir a Washington que actúe, el plan del Gobernador Acevedo Vilá pide una votación en la cual los isleños decidirían solicitar al Congreso que defina las opciones del status en una votación con respaldo federal, o elegir una asamblea constituyente en San Juan para formular una política sobre el status y luego intentar conseguir la aprobación de Washington.
El PPD es el que más tiene que perder al recurrir a Washington; su rosada visión de lo que puede ser el ELA es poco probable que salga a flote en la capital de la nación. Las propuestas sobre un ELA realzado en San Juan, que permitiera a la isla concertar acuerdos con otros países y decidir qué leyes federales se aplican aquí, tienen pocas posibilidades de encontrar la aceptación entre el Congreso y la Casa Blanca.
Tanto la rama ejecutiva como legislativa del Congreso, mediante el Grupo de Trabajo de la Casa Blanca sobre le Status bajo el antiguo Presidente Bill Clinton y el Proyecto de Ley Young, ya han calificado como anticonstitucional la definición del PPD del ELA como un " pacto bilateral " entre Puerto Rico y los Estados Unidos. Ambas ramas del gobierno opinaron que la actual relación es territorial; es decir, colonial.
Claro que cualquier presión para involucrar a Washington en el status implica el mismo peligro para los partidarios de la estadidad, especialmente al tener los Republicanos el control del Congreso y de la Casa Blanca. Algunos destacados líderes del PNP han cuestionado abiertamente la determinación del Partido Republicano al tratar sobre el status, acusándole de no querer un estado hispano que probablemente votaría a favor de sus oponentes. Y para muchos independentistas, convencidos de que una petición de la estadidad sería rechazada, una "confrontación" con Washington es su mayor esperanza de ganar la soberanía para Puerto Rico.
Pero los Republicanos locales han observado que la administración Bush recogió la iniciativa de Clinton, ampliando la duración de la comisión, que se espera emita un informe sobre el status de la isla durante este año. Lo consideran, junto con un informe del Congreso sobre la situación económica de la isla este año, como evidencia de que los Republicanos podrían actuar de forma decisiva sobre el status de Puerto Rico.
Tanto el PNP como el PPD sintonizan profundamente con los mecanismos competitivos que están siendo presionado allí para resolver el status. Tan solo la forma en que se platee la pregunta sobre la papeleta, podría dar un giro a la votación en uno u otro sentido a favor de cualquier de los dos partidos mayoritarios.
En anteriores votaciones sobre el status, una coalición de partidarios del ELA y de la independencia fue capaz de impedir que la estadidad obtuviera una mayoría, habiendo ganado en 1993 con un ELA definido por el PPD, y habiendo ganado la opción "ninguno de los anteriores" en 1998. Pero esta vez, los líderes independentista están apoyando al PNP en su petición a Washington para que actúe sobre el status.
El proyecto de ley del PNP propone un referéndum este verano en el cual los puertorriqueños votarán sobre si pedir o no al Presidente y al Congreso que expongan claramente las opciones viables de descolonización para Puerto Rico. La petición dice que las definiciones se utilizarían en un plebiscito vinculante para el Congreso, conteniendo opciones no coloniales y no territoriales sobre el status.
El plan del PIP también pide un referéndum "si-no" este verano sobre si hay que pedir al Congreso y al Presidente que "resuelvan el problema del status político entre alternativas plenamente democráticas que sean no coloniales y no territoriales". El proyecto de ley del PIP no expone claramente un mecanismo específico para resolver el debate sobre el status, pero da a Washington un marco de tiempo en el cual actuar, o trasladaría su apoyo a la petición de una asamblea constituyente, respaldada por el PPD.
Finalmente, el plan de Acevedo Vilá pide que los isleños escojan mediante un plebiscito en el verano, entre una asamblea constituyente y pedir al Congreso una votación con respaldo federal.
Varios partidarios del ELA ya han denunciado la alianza PIP-PNP como una conspiración para robar a los puertorriqueños de la decisión de la mayoría. Se trata de una prueba más de que la actual postura del PIP sobre la cuestión resulta beneficiosa para la estrategia del status de estadidad.
Pero tanto el PIP como el PNP deberían tomar nota; es mucho más fácil votar en contra de algo que a favor de algo, tal como lo demuestran anteriores votaciones sobre el status. Lo cual parece sugerir que un formato "sí-no" realmente trabaja en contra los que proponen un voto "sí".
En las tres propuestas se hace una pregunta básica: ¿quiere el pueblo puertorriqueño que Washington trate la cuestión del status político de la isla? Si los puertorriqueños se pueden poner de acuerdo sobre cómo hacer esa pregunta, su respuesta ciertamente resonará en Washington y hará avanzar de un modo definitivo el debate sobre el status.
John Marino, Editor Gerente de The San Juan Star, escribe la columna semanal Reporte de Puerto Rico para el Puerto Rico Herald. Su dirección de e-mail es: Marino@coqui.net
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