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18 de marzo de 2005
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Exodo de la isla: ¿una creciente amenaza?

Durante los últimos meses, la mayoría de los reportajes sobre Puerto Rico han sido de carácter político: las campañas, la votación, los resultados, los recuentos y las luchas partidarias según va tomando forma el nuevo gobierno en la isla. Para el lector promedio, la impresión que le queda es que el factor más importante en el futuro de la isla es qué candidato y qué partido político será el encargado de dirigir el curso de la isla en los próximos cuatro años.

No obstante, los demógrafos ven el futuro de Puerto Rico de manera muy diferente. Se preguntan qué tipo de sociedad existirá en la isla en 10, 20 o 50 años. ¿Qué apariencia tendrá la población como resultado de la pérdida neta de inmigrantes, la baja en la tasa de nacimientos, la población de edad avanzada y otras tendencias que pueden observarse en la isla en el siglo XXI?

Sin lugar a dudas, el fenómeno más importante de todos esos, al menos a corto plazo, es el enorme y creciente éxodo de puertorriqueños de la isla hacia los Estados Unidos. Es imposible darle seguimiento en forma exacta a esta tendencia ya que, contrario a la emigración de un país extranjero, no se emiten visas ni se lleva ningún otro tipo de documentación pública para determinar los números. Incluso las ventas de pasajes en las aerolíneas no son algo preciso ya que no hay forma de determinar si el pasajero va con destino a Orlando a visitar Disney World o en busca de un nuevo empleo.

Esa inexactitud ha dado pie a especulación sobre cuál es exactamente la proporción de puertorriqueños que viven en los Estados Unidos, en comparación con los residentes en la isla. Un reciente artículo en el Caribbean Business indicó que hay "un millón más de puertorriqueños viviendo en Estados Unidos que en la isla". Esta aseveración está apoyada por la fuente más confiable en el campo: la Oficina del Censo de los Estados Unidos. La proyección de la Oficina del Censo para el 2002 era que aproximadamente 8.6 millones de personas viviendo en los Estados Unidos (incluyendo la isla) auto-designaban su identidad étnica como puertorriqueños.

Si se le resta a ese total de la Oficina del Censo los 3.8 millones de residentes que se registraron en la isla en el 2002, el argumento que hay un millón de puertorriqueños más viviendo en Estados Unidos que en la isla, puede fundamentarse. De todas formas, esa cifra no explica mucho la actual tendencia a éxodo de la isla, ya que muchos de los que comprenden el total en Estados Unidos son residentes de tercera, cuarta, incluso quinta generación, que continúan caracterizándose como puertorriqueños. Algunos, tal vez, nunca han visitado la isla.

A pesar de que existe especulación sobre cuántos borícuas le han dicho adiós a la isla en forma relativamente permanente, podemos obtener indicios de su importancia leyendo los periódicos de Florida, Conneticut, Nueva York, Nueva Jersey y otros estados que comprenden la diáspora puertorriqueña. Los puertorriqueños están haciendo sentir su presencia en la economía, política y vida comunitaria de las principales ciudades y condados en los Estados Unidos, principalmente – aunque no exclusivamente – en las regiones del este, sudeste y sudoeste del país.

Un reciente informe en el periódico Orlando Sentinel citó un estudio realizado por la Cámara de Comercio Regional de Orlando donde se indica que para el 2003, 206,000 puertorriqueños se habían ubicado sólo en los cinco condados de Florida Central. Tomando en cuenta todo el estado, un cálculo conservador sería que la población puertorriqueña en Florida es de 250,000 o 6.5% de toda la población de Puerto Rico. Se puede decir entonces que el informe más importante que se extrae de las elecciones del 2004 no es si los isleños votaron rojo, azul o verde, sino si la grande y creciente población de puertorriqueños en Florida Central se volcó hacia John Kerry o George W.

Bush en su búsqueda por la presidencia.

Según se van estableciendo en nuevos trabajos, hogares y distritos escolares en los Estados Unidos, los puertorriqueños se convierten en parte de la base económica de sus nuevas comunidades. Su productividad contribuye al producto doméstico bruto de sus estados y sus impuestos contribuyen al financiamiento de los proyectos del sector público. Su productividad ya no contribuye al avance de la economía de la isla.

Esto es tal vez el factor más preocupante en la hemorragia poblacional que está experimentando actualmente Puerto Rico. Muchos de los que se van de la isla son jóvenes y, en muchos casos, individuos mejor capacitados que no han podido encontrar empleos adecuados en Puerto Rico. La preocupación es que, después de establecerse en los Estados Unidos, no están propensos a regresar, a menos que sea a retirarse cuando ya ha llegado a su fin sus días productivos.

En este proceso estamos enfrentando una posibilidad muy dañina para Puerto Rico. En general – a pesar del gran número que se va permanentemente – la población de la isla no está disminuyendo. Está creciendo, aunque despacio, y está tornándose de mayor edad. La longevidad está manteniendo el nivel de la población en Puerto Rico estable, a pesar del éxodo de sus residentes más jóvenes.

La Oficina del Censo de los Estados Unidos calcula que la población en Puerto Rico de más de 65 años se duplicará en los próximos 25 años. Durante ese mismo período, se anticipa una baja de 20% en el grupo de menos de 20 años en la isla. Puerto Rico ya cuenta con un crecimiento poblacional extremadamente lento que se irá tornando aún más lento. En la década de 1990 la población estaba creciendo a un nivel anual de menos de 1%. Para el primer cuarto de este siglo se predice una tasa de crecimiento anual de 0.4%.

En el 2004 la AARP (Asociación de los Estados Unidos de Personas Retiradas) publicó un estudio sobre las consecuencias a largo plazo de las tendencias demográficas en Puerto Rico.

El informe decía que: "Por un lado, la población de la isla está creciendo lentamente (tasa de nacimiento disminuyendo) y a la vez aumentando de edad rápidamente. Una transición económica que se caracteriza por reducción en ganancias y bajos niveles de crecimiento económico está ocurriendo simultáneamente. Todas estas tendencias están provocando cambios importantes entre la población de más de 50 años que rápidamente se está convirtiendo en el grupo por edad más grande en el país (sic)". Una cruda conclusión del informe fue que "los ciudadanos de edad avanzada puertorriqueños están 4 o 5 veces más propensos a vivir en la pobreza que sus homólogos en los Estados Unidos".

"A menos que las tendencias cambien, la isla del 2025 se caracterizará por una población en la que dominarán las personas de edad avanzada y económicamente en desventaja, lo que tendrá un impacto enorme sobre los servicios de cuidado de salud, transporte y vivienda".

Está claro que el principal remedio para esta situación es la creación de más trabajos en la isla para evitar así que los jóvenes abandonen Puerto Rico para ir en busca de empleos en los Estados Unidos. Una nómina masiva del sector público no ha sido la respuesta y está haciendo daño a la economía, en vez de ayudarle. ¿Qué es lo más importante que puede hacer el Estado Libre Asociado para revertir esta tendencia?

Por favor, emita su voto arriba.

Pregunta de esta semana:

¿Qué es lo más importante que puede hacer el ELA para revertir el éxodo de Puertorriqueños de la isla?

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EU . Residentes
<---->
. PR
13%
Privatizar las funciones del gobierno

11%
44% Mejorar el clima empresarial

33%
37% Buscar cambios en el status político de la isla

50%
6% Sin opinión

6%

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